Entre las mezclas homogéneas (como es un disolución de agua sal) y las mezclas heterogéneas (agua y arena), existe un estado intermedio, conocido como suspensión coloidal o coloide.
Un coloide, es una dispersión de partículas de una sustancia (la fase dispersa) entre un medio dispersor, formado por otra sustancia. Las partículas coloidales son muchos más grandes que las moléculas de los solutos comunes; miden entre 103 ppm y 106 ppm. Una suspensión coloidal carece de la homogeneidad de una disolución común.
La fase dispersa y el medio dispersor pueden ser gases, líquidos o sólidos, o una combinación de diferentes fases. Algunos ejemplos pueden ser: Humo (aerosol – medio dispersor es un gas y la fase dispersa es un sólido) y la gelatina (gel – medio dispersor es un sólido y la fase dispersa es un líquido).
Un aerosol consiste en pequeñas gotas de un líquido o partículas de un sólido dispersas en un gas. La mayonesa, por su parte, se hace incorporando pequeñas gotas de aceite en agua y es un ejemplo de una emulsión, que consiste en gotas de líquido dispersas en otro líquido.
Una forma de distinguir una disolución de un coloide es mediante el efecto Tyndall. Cuando un rayo de luz pasa a través de un coloide, es dispersado por el medio. Dicha dispersión no se observa con las disoluciones comunes porque las moléculas del soluto son demasiado pequeñas para interactuar con la luz visible. Una demostración del efecto Tyndall es la dispersión de la luz del sol causada por el polvo o el humo en el ambiente.