Hoy en NeetEscuela te traemos la crítica de un film que todavía no ha salido en los cines argentinos, pero que está muy pronto para hacerlo. Se trata de Birdman: La inesperada virtud de la ignorancia, la nueva joya de Alejandro González Iñárritu que ha sabido ganarse con creces las buenas críticas y aceptación del público.
Birdman se destaca principalmente por un elemento que hace gala del buen laburo que han realizado el director y sus compañeros: la película está narrada como si fuese toda una gran toma en tiempo real (salvo una o dos escenas, que el director las utiliza como método de contar el estado mental del protagonista) y así le da el tono de adrenalina que requieren algunas tomas y el tono de calma que otras también poseen. Así, Iñárritu se luce con su estética y, pese a que la dirección no es excelsa, se merece la nominación al Óscar que posee ahora.
Si se deja de lado ese gran aspecto que es la narración, Birdman es una película excelente. Tiene un gran guión original, que nos hace entender desde un principio lo que estamos viendo. Pese a que la historia en sí, (un actor que quiere volver a Broadway para retomar la fama que una vez ganó con su personaje de Cómic, Birdman), más allá de la premisa inicial puede ser un poco aburrida (esa obra de teatro, en efecto, lo es), supieron agregar elementos entretenidos y vertiginosos como para que no cerremos los ojos durante la película o nos tengamos que preocupar por lo que dicen en Twitter. De hecho, algunas tomas en donde juegan un papel inesperado los efectos especiales son las estacas que nos mantenían bien pegados al asiento. Un buen drama, unos buenos giros, un buen final muy acorde a toda la película.
Michael Keaton se luce en el film. Tal vez sea porque la película es casi TODO sobre él, por lo que tiene muchísimos minutos en pantalla y se ha tenido que tomar la cosa en serio. Hay muchos monólogos de él que son excelentes, además de lo bien que manejó los aspectos dramáticos y al límite, como la gran escena en paños menores en medio de Nueva York.
Por otro lado, los actores secundarios como Emma Stone, Edward Norton y Zach Galifianakis tuvieron un gran papel en la película. Norton se lución con un papel muy bien armado y que parecía creado para él (de hecho, sospecho que Norton es así en realidad), Stone se mantenía siempre imponente pese a que su personaje era de una personalidad muy distinta a la suya y Galifianakis se la bancó toda con su productor desesperado por conseguir un poco de plata. En fin, un gran elenco que yo, personalmente, espero que se repita en otro film diferente a éste. Es el Dream Team de los actores bien pagados pero no con un monto excesivo, como otros que andan robando por ahí sólo porque su cara aparece en el film.
Con una estética oscura y bien de teatro antiguo, Birdman llegó para quedarse, porque ahora está nominada al Óscar y merece, no sé si todos, pero muchos de los premios a los que está nominado. Yo, personalmente, espero que gane como mejor película, pero su guión, que es un poco diferente a los «dramas bodrio» que prefieren los de la Academia, haga que seguramente la estatuilla se la lleve «Boyhood».