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Desaparecidos en democracia

En esta oportunidad vamos a tocar un tema del cual no se habla bastante: los desaparecidos en democracia.  Como bien sabemos desde 1983 vivimos ininterrumpidamente bajo un régimen de gobierno democrático, sin embargo esto no es suficiente para que gente desaparezca.

Durante estos años democráticos de gobiernos electos se denunciaron casi 200 casos de desaparecidos, número preocupante. Según un informe realizado por familiares de víctimas de la represión, algunas organizaciones sociales y organismos de derechos humanos, en nuestro país la cifra de muertos en estos años es de 3.600 y además hay unos 197 desaparecidos.

Entre las causas más comunes de estas muertes o desapariciones se encuentran: represión por causas políticas, el denominado “gatillo fácil” y la corrupción. Cosas que lamentablemente aun siguen siendo bastante cotidianas en nuestra sociedad y siguen quitándole la vida a muchos argentinos.

Estos representantes de diversas organizaciones piden condenas y juicios justos para aquellos involucrados en casos de corrupción y muerte, algunos más resonantes son:

– José Pedraza sea condenado como principal responsable intelectual del crimen de Mariano Ferreryra, quien era militante del PO.

– Denuncian que la causa contra el ex gobernador de Neuquén Jose Sobich se encuentra paralizada, acusado como autor intelectual del crimen del docente Carlos Fuentealba.

-Se expone el caso del gobernador de Formosa Gildo Insfrán, de estar permitiendo casi una exterminación étnica en el lugar.

Quizás los casos más reconocidos son los de Julio López y Luciano Arruga.

Julio López fue detenido durante la dictadura militar del 76, luego de años del último golpe Miguel Etchecolatz fue el primer acusado por genocidio, Julio López fue querellante de la causa y testigo clave. Luego de la condena efectiva de  Etchecolatz, Julio fue desaparecido sin dejar rastros el 18 de septiembre de 2006 en La Plata; aun no se ha encontrado y las investigaciones no han arrojado alguna pista o dato claro.

Por otro lado, Luciano Arruga, con solo 16 años desapareció en el 2009, cuando la policía bonaerense lo intercepta en Lomas del Mirador. Un peritaje con perros determinó que Arruga había estado en la comisaría 8ª de Lomas de Mirador, además las investigaciones sostienen que un patrullero esa noche no cumplió con su recorrido programado y según el registro electrónico de su desplazamiento circuló por descampados. El caso de Luciano es un claro ejemplo de la desaparición forzada durante la democracia, aun la causa sigue inconclusa.

Como vemos lamentablemente los desaparecidos y muertos en democracia son muchos, pero lo más grave es que las investigaciones no llegan a los culpables y los condenan, ya que la corrupción, los “aprietes” y los poderes políticos aun siguen siendo moneda corriente en nuestro país.

 Vía: el tribuno