Arranca el verano, se viene los primeros calores, los primeros soles fuertes. Muchos se desesperan por estar bronceados y entonces es ahí cuando se hace uso y abuso de los rayos del sol para poner la piel a tono con el verano.
Lo que en general no se tiene en cuenta es que esos rayos además de broncearnos, dañan la piel y sus células. Más aún cuando la exposición es en hora pico, es decir, entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Esa es la franja de horario donde los rayos son más dañinos para nuestra salud y por lo tanto deberíamos evitarla o protegernos para estar al sol.
Pero ¿qué tan nocivo puede ser el sol para nuestra salud? El sol acarrea muchas consecuencias negativas en nuestro cuerpo, principalmente a nivel de un órgano tan importante como la piel. Los efectos van desde una quemadura solar hasta un cáncer de piel letal.
Podemos dividir a las afecciones solares en dos grandes grupos:
– Tempranas: como la quemadura solar (que puede ir desde un simple eritema hasta la aparición de grandes ampollas) y alteraciones del sistema inmunitario que interviene en la defensa del cuerpo frente a agentes externos y extraños. También puede ocurrir la típica Insolación, con fiebre, deshidratación, cefaleas, etc.
– Tardías: son resultado de la acumulación de exposición solar. Y van desde el envejecimiento prematuro del cutis apareciendo arrugas y manchas, hasta la aparición de cánceres cutáneos y alteraciones a nivel ocular (está última es muy poco tenida en cuenta, pero todos deberíamos utilizar anteojos de sol con protección real, más lo que poseen ojos claros).