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Errores determinados o sistemáticos

En química analítica y en el análisis analítico, es importante la magnitud y la causa del error en las mediciones. No tiene sentido exponer resultados cuantitativos, sin tener en cuenta el error inherente a éstos. Los errores pueden clasificarse en errores determinados (o sistemáticos) y en errores aleatorios (o indeterminados).

Los errores determinados influyen en la exactitud de los resultados; es decir, ocasionan que la media de una serie de resultados sea distinta del valor aceptado. Tienen un valor definido y una causa concreta, por lo que se pueden corregir. Su magnitud puede ser constante, para todas las muestras de una serie, o proporcional al tamaño de la muestra. En los errores constantes el peso del error disminuye al aumentar el tamaño de la muestra. Y en los errores proporcionales (o absolutos) la significancia del error es constante, aunque el error varía con el tamaño de la muestra.

Existen tres tipos de errores sistemáticos:

  1. Errores del instrumento: Son aquellos que se deben al instrumento de medida, ya sea por tener pequeños defectos o por inestabilidades de sus componentes. Por ejemplo, cuando se utiliza el instrumento a una temperatura significativamente diferente a la de calibración o cuando por una temperatura elevada el instrumento se deforma. También pueden producirse cuando el recipiente que se utiliza esta sucio. Los instrumentos electrónicos también están sujetos a errores sistemáticos; por ejemplo, cambios en la temperatura causan variaciones en las resistencias. Estos errores, pueden detectarse y corregirse.
  2. Errores del método: Éstos surgen del comportamiento químico o físico no ideal de los sistemas analíticos. El comportamiento no ideal puede deberse, por ejemplo, a que las reacciones sean lentas o no se completen, a la inestabilidad de algunas especies, a la baja especificidad de algunos reactivos, y a reacciones secundarias que interfieren con el proceso de medición. En las titulaciones para detectar la cantidad de analito presente en disolución se utilizan indicadores para detectar el punto final de la reacción estudiada. Un pequeño exceso del reactivo necesario para generar el cambio de color del indicador generará un error por método.
  3. Errores personales: Se deben al mal manejo del analista por falta de precisión o experiencia. Por ejemplo, la mal estimación de la posición de la aguja entre dos divisiones de la escala o a percibir el cambio de color de una solución en el punto final de una titulación.

Los errores determinados pueden eliminarse haciendo ensayos en blanco; es decir, preparando una muestra equivalente a la de estudio pero sin el analito y realizando primero el ensayo con ella. Se puede utilizar también un patrón estándar. Otra forma de detectar los errores, es utilizar un segundo método diferente al que se está utilizando.