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Intercambiador de doble tubo (I)

Uno de los equipos más sencillo para realizar el intercambio de calor entre dos fluidos es el Intercambiador de doble tubo.

Como se ve en la imagen de izquierda un intercambiador básico está formado por una horquilla; es decir, dos juegos de tubos concéntricos con las correspondientes piezas de conexión. Este tipo de intercambiador es de fácil armado y no requiere mano de obra muy especializada. Debe tenerse en cuenta que es factible las pérdidas de flujo, por lo que deben colocarse empaquetaduras en los extremos. Y dado que debe ser desarmado para limpiarse, no pueden utilizarse uniones soldadas.

Uno de los motivos por el cual el intercambiador de doble tubo no es utilizado es la industria es porque el desarme del equipo para la limpieza es complicado y laborioso. El otro motivo es que la longitud máxima de tubos que puede utilizar es de 6 metros; ya que si se emplearan longitudes superiores los tubos se flexionarían y se distorsionaría el área anular originándose una mala distribución de flujo.

El área máxima de transferencia que puede tener una horquilla, es muy reducida con lo que resulta necesario emplear un número grande de horquillas para la mayor parte de las aplicaciones industriales. Es decir, como se ve en la imagen, pueden colocarse varias horquillas en serie para conseguir mayor área de transferencia. De todos modos, esto hace que el equipo resulte muy poco compacto, ocupe mucho espacio y requiera gran mantenimiento.

En “Intercambiador de doble tubo (II)” se continua caracterizando a los intercambiadores de doble tubo.