De acuerdo con su etimología, la palabra astrología significa ciencia de los astros, y es la precursora de la astronomía.
En otro tiempo, particularmente durante la civilización caldea, se creyó que servía también para pronosticar los sucesos, por la situación y el aspecto de los cuerpos celestes. Creer que las posiciones relativas de la luna, el sol, los planetas, etc., pueden influir sobre el transcurso de los acontecimientos humanos, significa una superstición, científicamente hablando; sin embargo esto es lo que sostienen los astrólogos. Dichas posiciones se consideran significativas cuando nace una personas; los signos del zodíaco tienen un papel importante en la astrología. Existen doce, cada uno de los cuales representa un periodo del año.
En términos generales, se considera que las personas nacidas bajo el mismo signo poseen características similares. Los astrólogos preparan horóscopos, con el objeto de predecir el carácter de una persona y descubrir su destino. El horóscopo constituye una carta que muestra las posiciones de los planetas, la luna y el sol en el cielo en el momento de sobrevenir el nacimiento.
Aunque algunos no la sitúan históricamente, se cree que la astrología se originó en Babilonia hace unos 3000 años, y se desplazó mas tarde a otras civilizaciones antiguas. Floreció en Europa durante la Edad media, entre los hombres eruditos y campesinos. Solo después de que Copérnico, Galileo, Newton y otros demostraran la naturaleza del cielo, se comenzó a reducir la importancia de la astrología. Fue sin embargo, un factor importante en la era inicial de la astronomía; los astrólogos registraban movimientos relativos a los cuerpos celestes. Esta astrología natural, o también llamada observación, dio luego origen a la astronomía. No es difícil imaginar que los antiguos pensaron acerca de su origen y destino, veían al sol, la luna y muchas estrellas resplandecientes, y quizás buscaron una explicación de los diferentes acontecimientos de sus vidas a través de ellos.
No es difícil imaginar un vínculo entre el espacio exterior y la tierra; el sol ejerce influencia y también la luna; por ejemplo el ciclo menstrual normal de las mujeres corresponde exactamente a la duración de una mes lunar, y el periodo de embarazo humano de 270 días aproximadamente, es igual a nueve meses lunares. A pesar de las investigaciones, ciencia y medicina moderna, aún no han podido explicar las razones de estos hechos.
La astrología sostiene que en el momento de nacer una persona, la posición de los cuerpos celestes, estrellas y planetas, y la influencia de ellos se vincula con el carácter. Para esta ciencia sería pueril suponer que todas las personas nacidas en cierto momento puedan tener las mismas características o deban comportarse igual. Cuando nace un niño, el ambiente que lo rodea comienza a actuar sobre su carácter, y además, deben tenerse en cuenta herencia, educación y condiciones económicas. Todo esto influye en la personalidad, y no solamente se debe al signo bajo el que han nacido; sin embargo los individuos nacidos bajo un signo del zodíaco, poseen similitudes psicológicas; las interpretaciones astrológicas aluden a inclinaciones y tendencias.
La astrología moderna rechaza los poderes mágicos de los astros, y centra su atención no en la adivinación, sino en la influencia que las masas de los planetas o las radiaciones de otros cuerpos celestes pueden tener en el individuo.