El 9 de Julio evoca la jornada en que un grupo de representantes de las Provincias Unidas confirmó en una declaración su intención de poner fin a siglos de dominio colonial español. La declaración de la independencia fue un acto soberano y colectivo. El histórico Congreso de Tucumán reunió a 28 diputados, que sesionaron y debatieron día a día durante muchos meses para proyectar una nueva nación. Allí se trazaron los primeros lineamientos de lo que luego sería la Argentina.
La Declaración de Independencia del 9 de julio de 1816, no fue un hecho espontáneo: fue la respuesta a un largo y complejo proceso, que no estuvo exento de marchas y contramarchas, y de momentos cargados de tensión e incertidumbre.
Los diputados Esteban Agustín Gazcón, Teodoro Sánchez de Bustamante y José Mariano Serrano presentaron un plan aceptado por todos y cuyos puntos fundamentales fueron:
- Comunicarse con todas las provincias para insistir en la necesidad de unión y así enfrentar al enemigo externo.
- Declarar la Independencia.
- Discutir la forma de gobierno más conveniente para las Provincias Unidas.
- Elaborar un proyecto de Constitución.
- Preparar un plan para apoyar y sostener la guerra en defensa propia, proveyendo de armamentos a los ejércitos patriotas.
Tras una serie de medidas y después de arduas discusiones acerca de la forma de gobierno, el 9 de julio de 1816, a pedido del diputado jujeño Teodoro Sánchez de Bustamante, se discutió el proyecto de Declaración de la Independencia. Después de tres meses y medio de sesiones, el Congreso proclamó este día la existencia de una nueva nación libre e independiente de España u otras naciones: las Provincias Unidas de Sud América. El diputado sanjuanino Francisco Narciso de Laprida tuvo el privilegio de preguntar a los congresales: