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La Guerra Civil española

Las guerras en el siglo veinte fueron varias, y muchas involucraron a muchos países europeos poderosos y con pensamientos peligrosos. Así, ya hemos hablado largo y tendido de la Guerra Fría, enfrentamiento no bélico entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, la Primera Guerra Mundial y sus Alianzas y, por ejemplo, la Guerra de las Malvinas que nosotros los argentinos nos vimos lamentablemente involucrados. Pero España sufrió su propia guerra interna que fue muy sangrienta y que fue «opacada» por así decirlo debido a lo que fue el horror de la Segunda Guerra Mundial. Veamos cómo fue la Guerra Civil española.

Durante los años 1936-1939 los españoles se enfrentaron en una guerra civil que involucró a dos bandos en principio bien marcados: los de la izquierda, que apoyaban al gobierno republicano actual (compuesta por obreros, campesinos, sindicatos, socialistas, comunistas y anarquistas y con el apoyo de la Unión Soviética) que fue derrocado a la fuerza por Francisco Franco y su ejército nacionalista de derecha, conformado por los rebeldes del ejército, la oligarquía industrial, los terratenientes, la burguesía y la Iglesia Católica.

El resultado de la Guerra Civil española fue un triunfo de los nacionalistas, que se debió a muchas razones. Primero, que el ejército nacionalista contaba con cierta organización y táctica bélica, además de recibir grandes ayudas armamentistas de sus amigos de Alemania. Por otro lado, pese a que los republicanos contaban también con apoyo de Europa y Norteamérica, incluso con la figura de George Orwell luchando codo a codo con ellos, los problemas tácticos y la interna que había entre anarquistas, comunistas y socialistas hacía difícil que éstos lucharan lado a lado, lo que condenó a la República.

Tras su victoria en la Guerra Civil, Franco sometió a España a una dictadura que duró ni más ni menos que 40 años (1939 a 1979), que finalizó sólo porque éste falleció. Franco instauró de nuevo la monarquía eligiendo a Juan Carlos como su sucesor y futuro rey de España, que al asumir permitió que vuelva la democracia al país.