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Orígenes del folklore argentino

El folklore argentino y su historia está muy ligado a los misioneros que llegaron a América en la etapa de Cristianización de los pueblos originarios, además de las influencias que tuvieron los esclavos Africanos, con sus característicos sonidos autóctonos. Obviamente que a esto hay que sumarle los movimientos migratorios posteriores, donde los inmigrantes traían consigo su cultura, costumbres y tradiciones.

Toda esta mixtura de ritmos se abrió paso en el territorio de nuestro país y de sus increíbles mezclas derivaban estilos musicales que se arraigaban en las regiones como una expresión propia de cada lugar. Como todo proceso tuvo cosas buenas y malas, lo favorable es que estos estilos se convertían en los ritmos de nuestra música popular, pero lo negativo es que quedaron olvidadas estilos, bailes y ritmos de nuestros pueblos originarios, hoy en lucha por resurgir.

Si hacemos un rápido recorrido en la historia del folklore nacional, vemos como nuestra música surge a través de la influencia de los misioneros en el siglo XV, cuando Lezcano llega a Buenos Aires junto a Pedro de Mendoza va a reunir los indígenas en un lugar e instruirlos en nuevos cantos, para “civilizarlos”. En el siglo XVII, ya el baile, la música y el canto tienen mayor llegada, ya que muchas provincias comenzarían a organizar reuniones para mostrar estas formas de expresión; ya en el silgo XVIII se va a intensificar este aporte europeo a través de muchos músicos que llegan a estos lugares con nuevos instrumentos y partituras de música, así mismo en este siglo los esclavos provenientes de África darían un gran aporte a la música popular.

Pero el momento más importante se da en el XIX ya que se crea el Himno nacional y el Teatro Colón, donde surgen los coros, las orquestas que difundían estas tradiciones por todo el territorio nacional; y en el siglo XX nacen grupos muy representativos de cada región que interpretarían nuestra música a través de zambas, huaynos, gatos, cuecas, chacareras y demás ritmos.

En 1940 la música folklórica se difunde en las grandes ciudades, y 20 años después llega a su máxima expresión con la creación del Festival de Cosquín, uno de los festivales de folklore más importantes en nuestro país, y a donde todo artista quiere llegar. Estos encuentros fueron musicales pero también sociales y políticos y se forman grupos como: los Chalchaleros, los Fronterizos, o intérpretes como Atahualpa Yupanqui o Eduardo Falú.  Aunque hoy en día no es habitual, antes lo intérpretes folclóricos se vestían de una manera tradicional, lo que conocemos como gauchos con ponchos, bombachas de campo,alpargatas; actualmente esta tradición fue dejada bastante de lado.

Esta década va a ser clave para el folklore nacional, donde surgen muchos músicos como Horacio Guarany, además se vende masivamente este tipo de música y aparecen publicaciones sobre este género como la revista “cantando”; de este modo el folklore se convierte ya en un fenómeno comercial.

Cosquin, el festival de folclore mas importante de nuestro país

Cabe destacar a un gran artista Ariel Ramírez, quien es el creador en 1964 de la Misa Criolla, una de las obras más importantes del folklore a nivel internacional. Esta obra se estrena en Alemania donde tuvo una gran repercusión y trascendencia, siendo reconocida y presentada en el mundo entero. Algunos de los que ayudaron a grabarla fueron Félix Luna, en textos, y Los Fronterizos y Jaime Torres en la música.

De este modo la música folklórica tuvo la capacidad de canalizar la sensibilidad popular y nacional con muchas variantes estéticas, políticas e ideológicas. Otra gran representante de este género es la tucumana Mercedes Sosa quien fue conocida no solo a nivel local sino también internacional.

Hoy en día el folklore sigue dando sus frutos con nuevos y jóvenes artistas que demuestran día a día todo su arte, cada vez mas comprometido.

Vía: http://www.rivadaviamendoza.gov.ar