Para introducirnos en la contaminación de aire, empezamos en primer lugar vamos a centrarnos en las partículas que pueden encontrarse en el aire.
El humo negro que emiten los autos a diesel es la forma más obvia de contaminación de aire. Este humo está constituido por partículas pequeñas sólidas o líquidas, que están suspendidas en el aire y que de forma individual no son visibles al ojo humano. En conjunto, pueden formar una neblina que disminuyen la visibilidad.
Las partículas que pueden encontrarse suspendidas en el aire pueden ser de distintos tamaños y formas y diferente composición química. Las partículas suspendidas más pequeñas tienen un tamaño de alrededor 0,002 micrones, mientras que las moléculas gaseosas típicas son de 0,0001 a 0,001 micrones. El límite superior de las partículas suspendidas se corresponde con un tamaño de partícula de alrededor de 100 micrones.
Cualitativamente las partículas individuales se clasifican como gruesas o finas, dependiendo de que sus diámetros sean mayores o menores a 2,5 micrones respectivamente.
Las partículas atmosféricas pueden conocerse como “polvo” y “hollín” cuando las partículas son solidas, y como “neblina” y “niebla” para designar una elevada concentración de gotas de agua. Un aerosol corresponde a un conjunto de partículas, ya sean sólidas o líquidas, dispersas en el aire. Un aerosol verdadero tiene partículas muy pequeñas, con diámetros menores a 100 micrones.
Las partículas suspendidas en el aire, por efectos de la gravedad tenderán a sedimentar y depositarse en la superficie terrestre. Las partículas finas usualmente permanecen en el aire durante días o semanas, mientras que las partículas gruesas sedimentan de forma bastante rápida, Aparte de este proceso de sedimentación, las partículas también pueden eliminarse del aire por absorción en las gotas de lluvia.