Saltar al contenido

Qué es un arcoiris blanco

Es de popular conocimiento que un arcoiris es aquel rayo de luz multicolor que aparece tras una tormenta, pero lo que quizá muchos no sabíamos es que existen otros tipos de arcoiris, que no necesariamente son de muchos colores. Sí, son los blancos, descubiertos tras fotografías de Melvin Nicholson en Escocia. A través de estas líneas nos dedicaremos a contarte hoy qué es un arcoiris blanco y cuál es su conformación.

 

Cómo se forma un arcoiris blanco

Los arcoiris blancos se asemejan mucho a los clásicos multicolores, aunque requieren de condiciones especiales para aparecer. La niebla es el requisito principal, una niebla delgada para que la luz del sol pueda atravesar. Aunque su color principal es el blanco-grisáceo, en sus bordes puede observarse algún tono rojizo o azul.

Cualquiera de los dos tipos de arcoiris necesitan que la luz del sol atraviese las gotas de agua que quedan suspendidas tras la lluvia para reflejar sus colores; la diferencia entre ambos es que las gotas de agua de la niebla son mucho más pequeñas que las gotas de lluvia comunes.

Para que un arcoiris multicolor se forme, los rayos del sol deberán curvarse o refractarse atravesando las gotas de agua y separándose en distintos colores. Parte de esa luz se refleja en las gotas y vuelven, siendo justamente eso lo que ven nuestros ojos en color.

Para la formación de un arcoiris blanco también se necesita que los rayos del sol atraviesen las gotas de agua, pero en este caso no se verán colores. Los mismos están hechos de gotas de agua de niebla, que son muchísimo más pequeñas que las de lluvia común. Es por este motivo que parte de la luz de los rayos se difracta o dispersa, y el resto se refrecta.

Lo que sucede en la formación de los arcoiris blancos es que las ondas de luz no traspasan durante tiempo suficiente las gotas de agua para refractarse y poder separarse así en los típicos colores de un arcoiris común.