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Qué son las vacunas y qué producen

Casi cotidianamente uno habla de las vacunas como medicina útil para la cura o prevención de enfermedades como, por ejemplo, las hepatitis. También se habla de la penicilina como una de las más importantes y de amplio rendimiento, pero… ¿qué son las vacunas y qué producen? Hipótesis hay muchas y variadas, y en Neetescuela te contaremos hoy lo relacionado a su definición, tipos y aplicaciones.

En su definición, las vacunas se piensan como un preparado de antígenos que generan anticuerpos -respuestas- al ingresar al organismo. Esos anticuerpos se encargan de desarrollar ciertas inmunidades frente a enfermedades que podrían propagarse. La primer vacuna en vigencia fue la de la viruela, creada en el año 1976 por Edward Jenner.

Las vacunas pueden dividirse en dos grandes grupos:

  • Vivas y atenuadas.
  • Muertas e inactivas.

Para la obtención de las vacunas existen distintos métodos, todos de gran importancia. Están las que se preparan a base de sustancias no peligrosas del microorganismo patógeno, llamadas a-virulentas. Por otro lado, podemos encontrarnos con las preparadas a partir de organismos muertos, llamadas posificadas. También existen vacunas genéticas y antígenos purificados, todas de administración oral o inyectable.

Habiendo hablado sobre qué son las vacunas, haremos hincapié ahora en los distintos tipos vigentes y sus características, así como también conocerás qué producen y como se fomentan. Veamos.

  • Vivas atenuadas: elaboradas a partir de microorganismos cultivados de manera tal que sus propiedades nocivas se pierden. Son capaces de generar respuestas inmunológicas prolongadas, siendo generalmente más utilizadas en los adultos para irrumpir con enfermedades como el sarampión, la fiebre amarilla, la rubéola, las paperas, etc.
  • Inactivadas: microorganismos dañinos que, tratados con calor o productos químicos, llegan a perder el peligro. Su duración es más limitada, por lo que resulta necesario generar su administración de manera repentina. Útiles para: gripe, cólera, peste bubónica, hepatitis A.
  • Toxoides: componentes tóxicos de microorganismos, provocadores de la enfermedad. Ejemplo: tétanos y difteria.
  • Subunitarias: se introduce sólo un fragmento del microorganismo adecuado o inactivo en un sistema inmune, generando respuestas inmunitarias. Útiles para la hepatitis B (compuesta solamente con la superficie del virus, que está formada por proteínas).

Actualmente se encuentran en desarrollo nuevos tipos de vacunas, aún más completos y eficaces:

  • Conjugadas: más de una bacteria contiene polisacáridos en su estructura externa, los cuales resultan ser inmunológicos en cierta medida. Si dichos polisacáridos entran en contacto con proteínas, el sistema inmunológico puede reconocer al polisacárido como si fuera un antígeno. Es el procedimiento empleado en la vacuna Haemophilus influenzae tipo B, o bacilo de Pfeiffer.
  • Vector recombinante: combinación de un microorganismo con el ADN contenido en otro. Genera inmunidad contra enfermedades de complicado proceso infeccioso.
  • Vacuna de ADN: creada a partir del ADN de un cuerpo infeccioso. Se activa al insertar ADN de bacterias o virus, en las células humanas o animales. Así es como algunas células del sistema inmunológico pueden reconocer la proteína del ADN extraño, y la atacan, al igual que a las células afectadas. Estas vacunas son fáciles de producir y almacenar.