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Qué son los Fósiles

Estamos en este planeta hace relativamente poco en comparación a la edad real de la Tierra. A medida que fuimos estudiando lo que hay en el suelo y en el agua, como el trabajo de la arqueología o de la geología, que nos permitió, entre otras cosas, determinar las edades geológicas de la Tierra. Estos grandes avances que hemos realizado se lograron principalmente por la búsqueda de los fósiles en la tierra, que si se mantienen en buen estado son una fuente de información invaluable. Más allá de que todos tenemos una idea intuitiva, tratemos de desarrollar mejor qué son los fósiles.

Se llama fósil a los «restos de organismos o huellas de la actividad de organismos que vivieron en pasadas épocas». Esto puede ser huesos, dientes o piedras con siluetas de animales marinos incrustados en ella. El funcionamiento es simple: hay partes de nuestro organismo que se descomponen antes que otros, y son esos componentes a largo plazo que se mantienen en la tierra y que si tenemos suerte podemos rescatar en buenas condiciones. Esta lenta descomposición es ayudada a su vez por sedimentos que por sus propiedades físicas y químicas mantienen «inerte» a los huesos en cuestión. Las fosilizaciones más habituales son en carbonato cálcico, fosfato de calcio, sílice, pirita, limonita, hematites o ámbar.

Los fósiles más antiguos que se conocen son restos de algas y bacterias microscópicas que vivieron hace más de 3.000 millones de años. Los fósiles más recientes, en cambio, son los de los mamuts congelados que vagaban por el ártico hace miles de años. La importancia de los fósiles es la siguiente: a medida que los vamos descubriendo, vamos leyendo «páginas» de la historia de la Tierra contada por ella misma, porque hasta esa perfección tiene nuestro planeta Tierra.