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Química en acción – Grandes cristales

¿Cómo funciona un extintor? ¿Por qué el nitrógeno líquido puede achicar un globo inflado? ¿Cómo creamos tinta invisible? ¿Cómo reconocemos un huevo duro de uno crudo? Estos y muchos más misterios de la química y la física se resolverán en esta nueva sección de “Química en acción”. Hoy veremos les mostraré como obtener grandes cristales a partir de sulfato de cobre.

Para este experimento vamos a necesitar: un recipiente transparente (probeta de dos litros o más o un botella plástica cortada), vasos de precipitado, cristalizador, sulfato de cobre en polvo, un mechero, una varilla de vidrio para agitar, filtro de papel e hilo de coser.

El experimento los vamos a llevar adelante en dos partes. En la primera parte, en un vaso de precipitado se agrega agua caliente y sulfato de cobre hasta obtener una disolución azul intenso. Se filtra la disolución y se la deja en reposo en un cristalizador tapándolo con un papel. Se lo debe dejar reposar durante algunos días, hasta que aparezcan pequeños cristales de sulfato de cobre color azul. De todos estos, se toma el que posea la mejor forma para utilizarlo como semilla inicial para el crecimiento de un cristal de mayor tamaño. Se ata el cristal con hilo de coser bien fuerte, dejando libre unos quince centímetros de hilo y empezamos la segunda parte.

En un recipiente apto para calentar se agrega agua y sulfato de cobre en polvo agitando continuamente, mientras se caliente. Se busca obtener una disolución saturada de sulfato de cobre; por lo que agregaremos suficiente cantidad de sal hasta el punto en que no logremos disolver más y se vean pequeños cristales de sulfato en el fondo del recipiente. El color de la disolución será más oscura que el caso anterior. Dejar enfriar.

A la cola del hilo, en el cual atamos la semilla de sulfato de cobre, se le ata una varilla de vidrio; de modo que, al colocar el cristal en el seno del recipiente que tiene la solución saturada, la varilla nos permita que cuelgue sin necesidad de sostenerlo. El cristal debe quedar totalmente sumergido en el líquido y nuevamente debemos tapar la boca del recipiente con un papel para evitar que caiga polvo. Debemos dejar reposar esta mezcla en un lugar que posea temperatura uniforme. Cuanto más tiempo se deje reposar, mas grande será el cristal obtenido.

A los tres o cuatro días si se ve que el cristal semilla creció de tamaño, debe cambiarse su posición ligeramente para formar un cristal de tamaño más uniforme. Si se ve que el nivel de la disolución disminuye, agreguen un poco más de la disolución saturada original.

Como resultado se obtendrá un cristal azul intenso, de gran tamaño con ángulos y lados perfectamente definidos. Este es un experimento muy sencillo y llamativo. Solo hará falta un poco de paciencia!