En “Residuos peligrosos” se clasificaron los residuos en inflamables, corrosivos, reactivos y radiactivos. En esta oportunidad se desarrollan los residuos reactivos.
Las sustancias reactivas son aquellas que pueden reaccionar violentamente. Algunas no requieren de otro material ya que en su composición contienen una parte oxidante y otra reductora, que pueden reaccionar de manera exotérmica. Por ejemplo, los explosivos comunes, como el trinitrotolueno (TNT) y la nitroglicerina.
Estas sustancias están formadas por moléculas enlazadas covalentemente pero de manera débil, en comparación con los enlaces que pueden formar los elementos constituyentes a partir de la descomposición de la molécula original. Es por esto, que este tipo de sustancias suele ser bastante reactivas. Y, como las reacciones de conversión suelen ser bastante exotérmicas estas sustancias reaccionan de manera violenta.
Otros compuestos dentro de esta clase de sustancias son las que reaccionan violentamente con agua, como los metales alcalinos, o los que reaccionan con agua o con disoluciones ácidas o básicas para expeler gases venenosos como cianuro o sulfuro de hidrógeno.