En 1996 la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) fijó el 21 de noviembre como el día mundial de la televisión porque se realizó el primer Foro Mundial de la Televisión. Esta celebración buscó promover el intercambio mundial de materiales audiovisuales educativos que transmitan valores como la paz, el respeto a la democracia y la difusión de las distintas culturas.
En el primer Foro de la Televisión se debatió sobre la importancia de la televisión y de la comunicación como medio de información y de entretenimiento. Por eso se solicitó a los diferentes productores de los canales donde la ONU auspiciaba que exporten sus programas. A su vez la celebración de este día busca resaltar a la televisión no solo como un medio de educación, de distracción sino una herramienta política. Porque a través de la visibilización de ciertas demandas y necesidades puede colocar en la agenda pública ciertas temáticas.
Esta celebración, que no es difundida en las escuelas, puede servir para que los «espectadores» de este medio podamos valorar la TV que miramos. Que asumamos un rol activo y comprometido al momento de elegir propuestas televisivas. Escogiendo aquellos que nos diviertan pero a su vez nos informen, eduquen y entretengan.