No sé si todos recuerdan este acontecimiento que sucedió hace décadas atrás pero que sin dudas, conmocionó al mundo. Hablo del intento de asesinato a Juan Pablo II, acontecido un 13 de mayo pero de 1981.
Ese día Ali Agca, un ciudadano turco, quiso asesinar al –por entonces- Papa Juan Pablo II, cuando este se desplazaba por la Plaza San Pedro en un vehículo abierto; afortunadamente no logró su cometido y Juan Pablo recibió heridas en su mano, brazo y abdomen que no le fueron mortales.
Hoy estamos a 32 años de ese suceso, en los que el turco ha cambiado más de 100 veces su versión sobre este atentado que cometió y sus razones. La última versión afirma que fue el ayatolá Jomeini quien se lo ordenó diciéndole: «Es la voluntad de Alá, querido Ali, no tengas dudas”; el cual no puede desmentir o afirmar los hechos ya que hace años que falleció.
Debemos recordar que el mismo año del atentado Juan Pablo visitó a su atacante en la cárcel, ellos conversaron durante unos 20 minutos sin testigos que escucharan directamente su charla. El Papa perdonó a Ali Agca, siendo la primera vez en la historia del cristianismo que un Papa estuvo frente a frente con su atacante.
Pero aún sigue siendo un misterio el por qué de ese ataque, quien lo mandó a Ali o con que razones puede justificar su atentado.
Juan Pablo II fue el pontífice más amenazado de la historia, seguramente porque también fue uno de los más correctos y beneficiosos para la iglesia católica.
Vía: El porvenir