Llegó el verano y las temperaturas altísimas ya se hacen sentir, pero ojo! Porque si bien es la época del año que todos mas esperamos el calor y la exposición prolongada a los rayos del sol pueden traer complicaciones.
Ya sabemos que el organismo dispone de ciertos mecanismos para regular la temperatura corporal, lo que se llama termorregulación, pero este puede ser excedido principalmente en niños, gente mayo o enfermos.
El cuerpo pierde y gana calor para regular la temperatura, el calor se eleva con la actividad física y también por medio de la exposición a radiaciones principalmente solares. En cuanto pierde calor –siempre que la temperatura externa sea inferior a la de nuestro cuerpo- por radiación de ondas hacia el medio o por transferencia hacia el aire que nos rodea, o también por ponernos en contacto con objetos más fríos, o por la transpiración.
Cuando el calor es mucho, nos falta líquido, perdemos electrolitos –potasio, sodio, cloro, etc-, elevamos la temperatura y por ende nuestro funcionamiento de diversos sistemas se ve afectado.
Así puede ocurrir una deshidratación, agotamiento o golpe de calor. Por eso hay que tomar ciertas medidas y cuidados cuando nos exponemos al verano y todo lo que ellos implican. De este modo es aconsejable:
-hidratarse
-estar en ambientes frescos
-vestir ropa liviana y con colores claros
-utilizar protectores y gorras
-realizar ejercicios al aire libre en un horario apropiado
-evitar ingerir alcohol o bebidas muy azucaradas
Estos son algunos de los consejos a tener en cuenta y siempre hay que tener mayor recaudos con niños y ancianos, y ante cualquier síntoma acudir a la guardia médica más cercana.
Disfrutemos el verano, el sol, la pileta, el mar, los viajes, con precaución.