Saltar al contenido

Agregados para el hormigón

Deben tener distintos tamaños

Uno de los elementos más importantes del hormigón son los agregados. Estos comprenden tanto las rocas como las arenas. Los agregados son el esqueleto granular del hormigón y son el elemento mayoritario dentro de mismo ( ocupan entre 70 a 90%).

Los agregados pueden ser de distintos orígenes: naturales o artificiales. Los primeros se caracterizan por ser encontrados en la naturaleza, tienen forma redondeada y textura suave como consecuencia del desgaste que tienen en el medio ambiente. Los segundos son producidos mediante la trituración de piedras extraídas de canteras.

Los agregados deben tener ciertas propiedades para ser usados en el hormigón.  Estas propiedades son:

Durabilidad: para resistir las distintas acciones de medio ambiente.

Resistencia: para poder soportar los esfuerzos a los que es sometido.

Economía: no tiene sentido usar rocas de alto costo para su construcción.

Estabilidad volumétrica: su volumen debe variar muy poco ante la temperatura o el mojado y secado.

Agregados gruesos

La forma y la textura de los agregados cumple un papel fundamental. Las formas redondeadas y de textura suave otorgan una gran resistencia y trabajabilidad, pero al tener textura suave, la adherencia con la pasta no es muy fuerte, lo que ocasiona que ante una fractura esta se propaga por la interfaz. Las formas angulosas y de textura rugosa presentan una menor trabajabilidad pero la interfaz es mucho más fuerte debido a la adherencia que pueden tener la pasta y las rocas. Por último, con las rocas lajosas (tienen una dimensión muy chica en comparación con las otras) no es posible alanzar grandes resistencias. Esto se debe a que estas rocas se acomodan de manera tal que es necesario una gran cantidad de pasta, además de tener tener baja trabajabilidad.