Para dar cierre a esta serie de publicaciones relacionadas al aire comprimido, comentaré una práctica relativamente nueva, en relación al aire comprimido a muy alta presión. El término alta presión se refiere a presiones superiores a 50 atm.
La aplicación de altas presiones en químicas es relativamente nueva, y usada principalmente en la síntesis industrial de amoníaco, en ciertos procesos de pirolisis y en procesos de refrigeración. Se llegaron a usar presiones de hasta 1500 atm o más y en laboratorio se ha llegado a 210000 atm para el estudio de algunas propiedades físicas.
Los usos de las presiones elevadas en la industria química pueden clasificarse como sigue:
*Producción o mantenimiento de fase líquido. Licuación de oxígeno, Separación del hidrógeno y el helio, hidrogenación de hidrocarburos, etc.
*Desplazamiento del equilibrio químico. Síntesis de amoníaco, síntesis de alcoholes, etc.
*Almacenamiento de gases. Transporte de oxígeno, nitrógeno, hidrógeno, etc.
*Aumento de la velocidad de reacción química. Alquilación, oxidación de hidrocarburos, etc.
*Aumento de la solubilidad de los gases. Lavado de mezclas gaseosas para eliminar monóxido de carbono y dióxido de carbono, recuperación de las naftas de los gases naturales, etc.
*Separación de líquidos a partir de sólidos. Extracción de aceites vegetales de simillas u otro producto natural.
*Aglomeración de polvos. Moldeo de plásticos, metalurgia de polvos, fabricación de briquetas.