Hasta ahora hablamos sobre lo que es el aire comprimido y sobre su producción. Pero no se desarrolló nada sobre su distribución hasta los equipos que lo usen.
Una red de distribución de aire comprimido son todas las cañerías que partiendo desde el depósito conducen el aire a presión hasta el lugar de trabajo. Desde el compresor se crea una red principal que, a modo de parrilla, se distribuye por toda la planta. Desde esta conducción principal de mayor diámetro ubicada en la parte superior del galpón, se toman las derivaciones o conducciones secundarias que distribuirán el aire hasta los diferentes consumidores. Deberán evitarse cambios bruscos en la sección de las tuberías, codos cerrados y cualquier elemento que contribuya en exceso a aumentar la pérdida de carga.
Tanto en la red principal como en la secundaria, la velocidad de circulación del aire está comprendida entre 6 y 10 m/s (debiendo evitarse el máximo valor). Además las caídas de presión en toda la red hasta los dispositivos de consumo, no deben ser superiores al 5% de la presión de trabajo.
Para una instalación de red interior la disposición será la de anillo cerrado, con las correspondientes tuberías secundarias, que alimenta puntos de consumo. Y generalmente, no es necesario realiza el aislamiento de la instalación.
Para instalaciones exteriores, las disposición más adecuada es la de situar la tubería principal en galerías subterráneas, situadas a una profundidad suficiente como para evitar el riesgo de congelación del condensado. En cualquier caso, los colectores de humedad han de situarse a la misma profundidad, pero con las tuberías de drenaje por encima de la superficie. El aislamiento térmico en estas tuberías no es necesario, salvo que se requiere aire comprimido caliente. Su superficie externa ha de ir pintada para su protección contra la corrosión.