Siguiendo con la línea de las últimas publicaciones, en las que se habló del aire comprimido, de su producción, de los compresores y de los acumuladores del mismo, en esta oportunidad se hablará de los reguladores de presión.
Como ya se dijo, el nivel de presión de aire comprimido generado en el compresor no es constante. Y dado que las oscilaciones de presión pueden incidir negativamente en el funcionamiento de los equipos neumáticos por donde circula, en necesario que la presión de aire sea contante. Con este fin, se instalan en la red reguladores de presión que procuran mantener uniforme la presión en el sistema de alimentación de aire comprimido (presión secundaria), independientemente de las oscilaciones que surjan en el circuito principal (presión primaria).
El reductor o regulador de presión es instalado después del filtro de aire, con el fin de mantener un nivel de presión de trabajo constante. Se ha demostrado que entre 4 y 6 bar son las presiones que proveen la mejor solución para satisfacer los criterios de generación de aire a presión los del rendimiento de los elementos neumáticos.
La presión de entrada (presión primaria) siempre tiene que ser mayor que la presión de salida (presión secundaria) en la válvula reguladora de la presión. La presión es regulada mediante una membrana. La presión de trabajo es indicada en un instrumento de medición (manómetro).