El Futurismo como movimiento de Vanguardia surge en Italia al mismo tiempo que en Francia nacía el Cubismo. En 1909 Filippo Tommaso Marinetti escribió el Manifiesto Futurista sentando las bases del movimiento artístico. El objetivo central de este movimiento era romper con la expresión tradicional, dando lugar al futuro y principalmente a la expresión del del espíritu moderno.
Para 1910 el movimiento artístico ya estaba conformado como un grupo y algunos de sus representantes fueron: Russolo, Carrá, Boccioni, Balla o Severini. En sus trabajos se plasmaba la técnica y su irrupción en el espacio. Intentaban crear en sus obras atmósferas de mucha rapidez, fluidez, movimiento y des-humanización. Las técnicas que utilizaban los futuristas eran: la división de los objetos, como el cubismo, hacían uso de la repetición, la yuxtaposición y la composición vibrante de colores.
El Futurismo o sus representantes buscaron trascender el arte y la ética que defendían era machista, violenta y exaltaba a la guerra y la violencia como base del cambio. Desde estas concepciones el futurismo estuvo políticamente cerca del Fascismo. Muchos representantes de este movimiento se enrolaron en los ejércitos porque consideraban a la guerra como la unica forma de «higiene» social.
El aporte del Futurismo al Arte Contemporáneo es que genera una nueva forma de expresión del artista en vinculación a la nuevos adelantos de la sociedad moderna. De esta manera irrumpen elaborando una nueva estética a través del uso de nuevas técnicas artísticas.