Hace siglos hubo un hombre que gobernó casi toda europa occidental, ese fu Carlomagno, quien a pesar de casi no sabía leer ni escribir, forjó un gran imperio. Era de origen Franco, los mismos que se había instalado en el norte de Francia, eran uno de los pueblos que habían invadido el Imperio Romano al desmembrarse éste en el siglo V.
Carlomagno fue un gran militar, en el año 768 fue nombrado Rey de un territorio pequeño y amenazado por otros reyes francos. Carlomagno los venció a todos y luego invadió el norte de Italia, combatió a los Húngaros, y los sajones de Alemania; posteriormente también invadió la península Ibérica, e impidió que los musulmanes españoles cruzaran los Pirineos. Su objetivo era ampliar sus dominios y convertir al cristianismo a los pueblos conquistados. Para conseguirlo trataba con dureza a sus enemigos, aunque no era más cruel que otros gobernantes.
Carlomagno Reformó los países conquistados, estimuló la enseñanza y fundó muchas escuelas. El Papa lo recompensó coronándolo emperador de los romanos en el año 800. Fue el primer imperio que se fundó en Europa desde la caída de Roma. Al morir, catorce años después, era el soberano más poderoso de este continente; le sucedió en el trono Luis I el Piadoso (Ludovico Pío), su único hijo sobreviviente; aunque el imperio parecía tener asegurada su unidad, se desmembró poco tiene después.