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Clasificación de las Habilidades Motrices

En varias oportunidades hemos hablado aquí, en Neetescuela, sobre cuestiones relevantes del cuerpo humano. Te contamos, por ejemplo, novedades sobre los huesos y el esqueleto, cuál era la anatomía fundamental del tobillo y hasta incluso, hicimos una completa reseña sobre el aparato circulatorio de nuestro cuerpo humano. Lo que nos compete hoy a estar aquí redactando añgunas líneas nuevamente es la clasificación de las habilidades motrices más relevantes del ser humano. Actualmente este estudio se aborda desde ámbitos deportivos o campos de la educación física, pero haremos un breve recorrido por lo que más nos interesa.

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En principio podemos decir que, según Susana Zevi en su libro «Aprendizaje motor, maduración y crecimiento», las habilidades motrices pueden ser clasificadas en cuatro grandes grupos que funcionan de manera independiente unos de otros. Ellos son:

  • Las habilidades motoras rudimentarias

Este grupo está integrado por todos aquellos movimientos que tienden a generar una cierta independencia en el ser humano respecto al medio que lo rodea y el entorno social. Hace referencia, principalmente, a los desplazamientos y movimientos más cotidianos, habituales.

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Aquí podemos mencionar, por ejemplo, el hecho de lograr la posición erecta de nuestra columna vertebral; la motricidad de las manos -incluidas aquí acciones como tomar, soltar, empujar, arrojar, tocer, etc.), que si bien no desarrollan una conducta independiente son muy rudimentarias; y por último, la motricidad general, como los empujes con todo el cuerpo o los cambios de posiciones.

  • Las habilidades motoras básicas y generales

Este grupo engloba habilidades amplias y más generales, comunes a todos los seres humanos y cuyo fundamento se puede ver en el aprendizaje posterior de nuevas e innovadoras habilidades, más complejas y especializadas.

images (3)Podemos hablar de tres tipos de conductas que, de alguna manera, descienden de las mencionadas más arriba: conductas locomotoras, incluidas aquí todas aquellas habilidades motrices capaces de lograr la traslación del cuerpo en una posición bípeda -todas las formas de desplazamiento, como caminar, correr, saltar, etc.-. Están también las conductas manipulativas, como por ejemplo, lanzar, hacer girar o driblear un objeto y recepcionarlos; también podemos hablar de conductas rudimentarias como tomar, soltar, empujar, torcer, arrojar, etc. con un nivel más exhaustivo y complejo. Por último tenemos las conductas no locomotivas, incluidas aquellas que no son contempladas en los dos grupos anteriores y se encuentran íntimamente relacionadas con la motricidad general del cuerpo humano. Entre ellas encontramos la habilidad de empujar, traccionar, rebotar, balancearse, esquivar, raptar, atrapar, etc.

  • Habilidades motoras específicas y compuestas

Esta categoría incorpora habilidades motoras mucho más específicas, ricas y variadas, pero aún así no se diferencian tanto de las ya mencionadas. La divergencia se da por la posibilidad de utilizarlas de manera eficaz en situaciones particulares de juego, y por poder realizar habilidades en forma combinada.

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Verás que no se trata de nuevos movimientos ni formas desconocidas, sino que son los mismos; habilidades básicas o combinaciones de ellas que se van volviendo más específicas acorde a los movimientos realizados. Dicha especificación asume tres formas distintas: modo de ejecución y calidad de movimientos, logro de los nexos entre las habilidades y usos de las mismas en distintas situaciones.

  • Las habilidades motoras especializadas y complejas

Se trata de aquellas que se relacionan con la aplicación de las distintas formas de movimiento en ámbitos diversos; lo que las vuelve especiales son las actividades que las vinculan. De este modo es como nos encontramos con las técnicas deportivas, enlazadas de manera directa a deportes específicos.

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Cualquier movimiento propio del cuerpo humano adquiere un modo de realización que va más allá de la propia economía del movimiento. De aquí es que surge su carácter complejo, de modo que las técnicas además de ser eficientes, deben responder a los requerimientos específicos de cada disciplina en la que se encuentran inmersas.