Dependiendo el comportamiento que tienen los suelos se los puede clasificar con distintos nombres. Es muy importante, antes de la construcción de alguna estructura conocer sobre que tipo de suelo se está construyendo, ya que puede ocasionar grandes problemas en el futuro.
La clasificación de los suelos según su comportamiento son los siguientes:
- Suelos rocosos: estos suelos se caracterizan por su firmeza. Están formados por macizos consolidades lo que dificulta el anclaje de las estructuras. Por esta razón, la construcción de edificios resistentes a los vientos o terremotos se encarece por la dificultad y el costo de la construcción del asentamiento.
- Suelos cementados: Son suelos firmes que varían su resistencia dependiendo del tipo de ligante que la naturaleza haya combinado.
- Suelos colapsables: estos suelos son peligrosos para la construcción, ya que no resisten grandes cargas y con la aparición de estas pueden colapsar. Si nos referimos a su estructura, podemos mencionar que por lo general están formados por partículas finas, existiendo una gran cantidad de poros entre las mismas. A las partículas finas, que por lo general fueron arrastradas por el viento y fueron sedimentadas se las conoce como loess.
- Suelos reactivos: formadas por las conocidas como arcillas reactivas, que en presencia de agua se hinchan y en su ausencia se contraen generando grandes problemáticas en las construcciones sobre estos suelos.