Alguna vez te pusiste a pensar que los pies soportan la mayor parte del tiempo todo el peso de tu cuerpo. Pobres pies que además de llevarnos a cuestas son sometidos muchas veces a calzado incómodo, apretado, con taco alto y puntudo y sin espacio para respirar.
Es difícil cuidar los pies, sobre todo porque no les prestamos atención muy a menudo y además quedan ocultos la mayor parte del tiempo entre las medias y los zapatos. Pero los pies que se la re bancan también sufren y muy frecuentemente son asiento de verrugas, callos y hongos.
Algunos tips para cuidar tus pies son:
– Los callos se generan por el calzado inadecuado y el mal apoyo del pie. La sobrecarga en las prominencias óseas hace que se cree en exceso una sustancia en la piel que endurece esa zona. Para evitar esto se recomienda usar un calzado adecuado, que no apriete que permita un apoyo correcto del pie, evitar los zapatos con taco alto o taco aguja y usar plantillas si así se requiere según la anatomía de cada pie. También existen cremas que te deberá recomendar un médico, nunca las uses por tu cuenta, que disminuyen la formación de esa sustancia que endurece la piel, típica en las callosidades.
– Las verrugas son producidas por un virus, el Virus del Papiloma Humano, que se contagia en duchas o en piscinas generalmente. A veces pueden ser muy dolorosas, según la zona del pie donde se presenten, que no tiene porque estar relacionada con los puntos de apoyo ojo. Para tratar estas verrugas es aconsejable recurrir al dermatólogo ya que además de cremas hay otros métodos que las eliminan. Para prevenir obviamente trata de andar calzado con ojotas en baños públicos o piletas.
– Es importante lavar bien los pies todos los días con jabón blanco, nunca olvidarse de higienizar bien las zonas interdigitales. Tan importante como el lavado también es el secado. No secarse bien los pies es uno de los factores que favorece el desarrollo de hongos entre los dedos, también conocido como pie de atleta.
– Las uñas también pueden ser asiento de enfermedades como por ejemplo infecciones micóticas. Trata de tenerlas siempre cortadas prolijamente, no demasiado cortas también porque pueden lastimar y favorecer infecciones más profundas.