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¿Cómo fue la dieta de Frodo y Sam?

¿Qué se necesita para ser un héroe de una novela de ficción? ¿Valentía, coraje, buena suerte, tenacidad, habilidades fuera de lo común? Seguramente todo esto sea necesario, pero está claro que lo más importante es que lleven una buena dieta y una actividad física digna de un hombre sano. Falta que nos digan «comer las verduras y hacer la tarea» y estamos ante un discurso barato de nuestros viejos, pero no es así. Un grupo de científicos («Científicos dicen…») han publicado un artículo en donde aclaran que, con la dieta que llevaron a cabo Frodo y Sam en su travesía por la Tierra Media, deberían haber muerto en la mitad de camino.

Dicho artículo es posta y fue publicado en Journal of Interdisciplinary Science Topics, para luego ser destacado por la revista Time. La conclusión final es alarmante e incluso increíble, ya que todos sabemos que los Hobbits son de muy buen comer. Tienen dos desayunos abundantes, y unos almuerzos y cenas propios de la gente rica. Pero en el viaje no tenían estas comodidades… y así se hizo notar en los cálculos.

Al parecer, todo se compara con unos bichos llamados burrámidos, unos marsupiales que se alimenta de manera similar que los hobbits en el viaje, y parece que para sobrevivir necesitan de 1.800 calorías por día. Si tenemos en cuenta que la fuente rica en carbohidratos de los Hobbits eran las Lembas, regalos de los Elfos, los cálculos dicen que ambos necesitaban comer, cada uno, unas 75 Lembas por día. Y por si esto fuera poco, la ausencia de agua también era un factor determinante, ya que es más que sabido que nuestros amigos tenían problemas para conseguir ese recurso.

Frodo y Sam enterándose de su fatal destino

Así que ahora sabemos, gracias a nuestros amigos científicos al pedo, que si Tolkien hubiese sabido un poco de química y que si los libros fueran realistas, Frodo y Sam habrían muerto en el camino por destruir el Anillo Único.