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Cómo se forman los Volcanes

Un volcán es una ruptura en la superficie terrestre que, en algunos casos, suele dominar el paisaje por elevarse varios metros sobre ella. Podemos considerarlos como un fenómenos muy importante en el rubro de la geología; son atractivos y majestuosos (también peligrosos). Hoy conoceremos, a lo largo de estas líneas, cómo se forman los volcanes sobre la corteza.

Para comenzar diremos que, en aspectos más bien científicos, los volcanes son estructuras geológicas dentro de las cuales hay conductos que comunican la parte superior de la Tierra con niveles inferiores de la misma. Es por ello que para entender el motivo por el cual se forman los volcanes hay que conocer, primero, las capas de la Tierra. La corteza externa se compone de dos capas, una superior de granito y otra inferior de basalto; debajo de todo eso se encuentra el manto que, por estar a mayor profundidad, posee una temperatura más elevada.

 

 

En el manto se encuentra el magma (roca derretida). Por debajo de él aparece el núcleo de la Tierra, el cual se cree que es de hierro combinado en estado sólido y líquido.

Dicho esto en rasgos generales, podemos empezar ahora a analizar cómo se forman los volcanes. Cuando el magma comienza a ascender, se forma un reservorio de magma en el interior de la corteza sólida de la Tierra, cuya presión es tal que puede llegar a levantar el terreno. El conducto que comunica esta cámara con la superficie se llama chimenea, que termina en el cráter.

Al erosionar el volcán, el magma se acumula en el cráter hasta que rebalsa e inunda toda la zona que lo rodea. Así es como todo el material que se va acumulando de erupciones anteriores, junto al reservorio de magma, forman una montaña cónica llamada volcán.

Es importante saber que no existen volcanes que sean idénticos; todos tienen algo que los hace únicos.