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[Crítica] Los Juegos del Hambre: Sinsajo, parte 1

Una de las últimas películas que me tocó ir a ver al cine lamentablemente fue Sinsajo. ¿Por qué «lamentablemente»? No por el hecho de que la película sea mala o buena (eso lo vamos a tratar de deducir a lo largo de la nota), sino porque personalmente me tocó leer el libro y de más está decir que me resultó tan malo que la premisa de una película sobre el mismo no me parecía atractivo en absoluto. Finalmente fui al cine y con lo que me encontré fue con una película aceptable, bien hecha pero sin grandes apuestas y con un reparto de lujo que se llevaba todas las coronaciones. En fin, una película más del montón.

«Sinsajo», en términos generales, es una buena película. Pero como todo es relativo en la vida, a mi me cuesta sacarmela de contexto con respecto al libro, por lo que si el film tuvo partes que me gustaron, entonces hicieron un buen trabajo, ya que el libro es apestoso.

La dirección, fotografía, música y efectos especiales fueron corrientes, a los que no tenían acostumbrados en la saga. Explosiones que te vuelan la cabeza y efectos casi perfectos; pero como la historia no se basaba en eso, el efecto neto en ese sentido es «neh». Esta vez los vestuaristas, al ser la mayoría de la escenas grises y oscuras, no tuvieron forma de lucirse, aunque debo admitir que el traje de Sinsajo está muy bien logrado.

Creo que hubo un problema serio de edición. Seguramente han habido decenas de escenas eliminadas de la película, y así tenemos un despropósito de diálogos y de duración de escenas: Philip Seymour Hoffman se come toda la película en una gran cantidad de diálogo inventado que siempre lo mismo aportaba, mientras que Woody Harrelson tuvo dos escenas locas y dijo lo mínimo e indispensable. Se entiende lo de Hoffman, seguramente los editores quisieron darle un pequeño homenaje (además de que garpa que aparezca mucho en el tráiler), así que se las deja pasar. Pero hay escenas muy largas (de hecho, en una me sorprendí pensando «tendrían que cortar la escena acá» y la misma seguía) y eso habría que acomodarlo seriamente.

La primera hora es tremendamente aburrida (yo cerré los ojos más de una vez), pero no hay mucho que culparles: el libro es aburrido en sí y no había mucho que hacer. Seguramente los guionistas se encontraron en la trifulca de adaptar algo aburrido o modificar las cosas para hacer algo más interesante. Fueron a lo seguro, no se los reprocho.

Párrafo aparte le quiero dedicar a Jennifer Lawrence. Todos estamos de acuerdo que cuando leíamos «Los Juegos del Hambre» la cara que más nos sonaba era la de J-Law, y que entonces el casting era una regalada. Pero yo no sé si es porque el director de esta saga es malo o porque a ella le cuesta hacerse la triste, pero su actuación no me convenció ni en esta ni en las dos películas anteriores. Todo muy monónoto, poco creíble e increíblemente forzado. Sos la Katniss en el corazón de todos, Jenni, pero te prefiero diez mil veces más haciendo de loca.

Como no todo es negativo, hay que destacar lo bueno. Puedo recordar al menos dos escenas de la película que no aparecen en el libro (tranquilos, no voy a decir cuáles son) que sorprendentemente fueron lo mejor de la película: escenas de acción, buena música y buen manejo de los tiempos. Debo reconocer que esas dos partes me dejaron enganchados.

En fin, cosas buenas y cosas malas que hacen que la película sea normal tirando a buena, pero que tampoco es una fascinada. Pone contento a los fanáticos, deja sabor a poco a los que no lo somos. En fin, que llegue la segunda parte y cambiemos de página.