Muchas veces sobre la misma cosa o hecho, dos personas opinan diferente, esto es porque entra en juego la subjetividad, es decir que nuestros pensamientos, creencias, formas de vida, cultura hace que se nos forme una opinión o consideración sobre determinada cosa, lo que muchas veces difiere de lo que piensa o siente el otro.
Es a partir de ahí cada uno va teniendo diversos pensamientos y opiniones en la vida sobre todo lo que lo rodea, podríamos llamarlo la cosmovisión propia de uno, que forma nuestra personalidad también.
Quizás esto explica un poco porque incluso viviendo en un mismo país, ciudad y barrio hay individuos que opinan diferente sobre un mismo hecho determinado, y la frase “depende desde donde se mire, o depende del cristal con que se mire” resume un poco esto.
Por ejemplo pongamos un tema: el aborto, seguramente en relación a como es nuestra familia, si tenemos y practicamos creencias religiosas, si somos feministas, si nos crio solo nuestra madre o una familia nuclear tradicional, que estudios tenemos, entre otras cosas, va a interferir en nuestro pensamiento y opinión sobre el tema.
Ante estos casos siempre debemos respetar al otro, por más que su opinión nos parezca errada o aberrante, debemos escuchar que argumentos tiene para decir eso y que le diríamos nosotros –con nuestros argumentos- al respecto. Nunca debemos faltar el respeto, y a veces saber de dónde viene esa persona nos ayuda a entenderla mejor, si no estás de acuerdo no hay problema, seguramente no la harás cambiar de opinión o ella no tendría que pensar como vos, así que respétala con sus pensamientos. Podríamos decir que eso es la democracia, al fin y al cabo, la misma trata de aproximar posturas diversas para el bien común….