Hoy 8 de marzo es el día internacional de la mujer trabajadora, conocido –y más en el mundo del consumo- como día de la mujer. Esta se celebra en muchos países del mundo, contemplando una lucha de más de 90 años por la igualdad, la justicia y el desarrollo.
La primera celebración tuvo lugar en 1911 en Alemania, Dinamarca, Austria y Suiza, y luego se fue extendiendo a otros países. Pero fue en 1977 que la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional por los derechos de la mujer y la Paz internacional.
Este día es necesario recordar que no debemos permitir que se va como un día de consumo, en donde las mujeres pretendamos recibir flores, bombones o regalos, sino como un día de lucha más, como un día más para proclamar igualdad, mismos derechos, derecho sobre el cuerpo, derecho a cómo vestirse y con quien tener relaciones sexuales, derecho a tener un trabajo digno sin distinciones sexuales, a la no violencia de género, a no ver el femicidio como algo natural, y a muchas cosas por las que muchas mujeres luchan diariamente.
Este día es para todas las mujeres, a las mujeres más comunes, a las amas de casa, a las madres, a las solteras, a las casadas, a las que tienen una profesión determinada, a las que no, en fin, de todas. Y hunde sus raíces en la lucha de la mujer por participar en pie de igualdad con el hombre, surgiendo la idea de un día internacional de la mujer a finales del siglo XIX, en un mundo industrializado y en un periodo expansivo.