El 28 de septiembre de 2005 se declara el 25 de marzo de cada año como el Día Mundial del no nacido. Este día se utiliza para conmemorar a los bebés que están por nacer y también se hace alusión a aquellos que no pueden nacer por el aborto o decisión de sus padres.
Sin dudas esta fecha se proclama para defender la dignidad e inviolabilidad de la vida humana, desde el momento de la concepción hasta el día de la muerte. En algunos países se realizan marchas o campañas pacíficas para conmemorar este día y que obviamente se ponen en una postura contra el aborto, en especial organizaciones vinculadas a la religión.
Podemos estar o no de acuerdo con la práctica del aborto, ese será un tema para discutir hasta el cansancio y creo yo que depende de nuestra educación, inclinación política o religión; pero este día –poco promocionado- reivindica y lucha para que se defina y defienda al embrión como individuo de la especia humana y por ende se respete el derecho a la vida.
Para los que se proclaman en contra del aborto la primera víctima es el niño y la segunda es la madre, que muchas veces desconoce, sufre daños psicológicos posteriores o muere practicándose abortos en lugares clandestinos.