En el pensando la educación de hoy, edición verano, se me ocurrió relacionar algo que se vive mucho por estas fechas. Con la llegada de las vacaciones y el verano, muchos planean sus viajes y me preguntaba y reflexionaba como se puede educar desde el turismo.
Veamos no hay que confundir y pensar que si nos educamos mientras paseamos y viajamos esto se convierte en algo aburrid, por el contrario, un turismo educativo nos deja mucho y nos puede hacer pasar unas vacaciones espectaculares.
El turismo no es solo un viaje para descansar, por su parte el mismo también supone una actividad económica muy compleja que engloba la cultura, la historia, la economía y otras dimensiones. Lo ideal primero es que el turismo y el turista sea respetuoso con el lugar turístico, es decir, que se respete su naturaleza y su cultura, de este modo haremos un turismo sustentable y recibiremos más de los nativos del lugar, porque nos verán no como intrusos o personas que violentan su espacio, sino como admiradores de este.
De este modo es fundamental gestionar un turismo sustentable, para que no haya impactos negativos, y se valore el patrimonio turístico también. Pero también podemos ver al turismo como educativo si hacemos excursiones con guías locales que conozcan y nos muestren mas el lugar, o si nosotros indagamos sobre este y hacemos cosas como visitar museos del lugar, conocer su historia, la cultura del mismo, o los lugares íconos.
Educar desde el turismo es más que posible, de hecho la mayoría de las veces nos estamos educando sin darnos cuenta a través de este.