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El circo como forma de vida

Si hay algo que encierra magia, tradición y alegría es el circo; recuerdo cuando era chica esperar que un circo viniera a la ciudad para que mi papá me llevara, y ver a los payasos, los trapecistas, los animales, todo me deslumbraba de este…

El mismo digamos, es una manera de diversión sumamente clásica, ya que se originó en época del imperio Romano, aunque debemos tener en cuenta que por ese e

 

ntonces el mismo distaba bastante de como lo conocemos hoy en día. El circo contemporáneo nació por primera vez en Gran Bretaña en 1770, y posteriormente se extendió a muchos otros países como Alemania o Francia.

Pero quizás lo más fascinante de este es el modo de vida de las personas que allí trabajan; como sabemos generalmente el circo va mudándose de ciudad en ciudad, reg

alando todo su esplendor y magia en todos los lugares a los cuales pueden llegar.  En este sentido el modo de vida que llevan es nóma

de, por tanto deben acostumbrarse a cada destino al cual llegan, y tratar de integrarse a esa ciudad; esto se da por ejemplo en los niños que pertenecen al circo y van realizando su ciclo educativo de escuela en escuela, aunque ya están acostumbrados a que sea así.

El modo de vida es como bien decíamos nómade, pero generalmente los miembros del circo viven con su familia, en casillas rodantes, y todos se dedican a esta profesión (es más, la mayoría tiene de herencia a familias que se abocaban a esto también); cuando llegan a un destino todos los miembros colaboran armando la carpa y ensayan rutinariamente para lograr buenos espectáculos.

Sin dudas la vida que llevan es sumamente particular, y para formar parte de lo circense hay que estar más que seguro de que querer pertenecer a esto: costumbres, tradiciones y rutinas. Mas ¿Quién no soñó algún día con formar parte de un circo y así?

Vía:www.uv.es