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El circuito de la sangre dentro del corazón

Un ser humano adulto posee, en su cuerpo, alrededor de cinco o seis litros de sangre que representan aproximadamente el 7% de su peso corporal. En su recorrido por el organismo, la sangre sigue dos circuitos específicos: uno que purifica y otro que distribuye. Hoy nos dedicaremos a hablar sobre el circuito de la sangre dentro del corazón, órgano fundamental del sistema circulatorio del hombre.

 

La circulación en el corazón

Decíamos recién que la sangre recorre dos caminos dentro del organismo humano, en los cuales el corazón se hace presente. Empezaremos haciendo hincapié en aquel que sirve para limpiarla y oxigenarla: el de purificación. Este proceso es el más corto y en él no sólo interviene el corazón sino también los pulmones. Veamos cómo actúa:

La sangre sale del extremo derecho del corazón y se traslada hacia los pulmones, dejando allí el dióxido de carbono y recogiendo el oxígeno. Luego regresa al corazón por el extremo contrario, el izquierdo, pasando al circuito más largo que es el encargado de distribuirla por todo el cuerpo.

Durante este proceso se genera un intercambio de gases que, muchas veces, permite el ingreso de sustancias nocivas para el cuerpo como, por ejemplo, la nicotina del tabaco en aquellas personas que fuman. Por eso es muy importante cuidarse de sustancias que resultan ajenas al organismo y evitar así cualquier tipo de intoxicación sanguínea.

 

 

Ahora sí pasaremos al circuito más extenso, el de distribución, donde no sólo interviene el corazón sino una red importante de vasos capilares que se encargan de transportar la sangre por todo el organismo. Veamos cómo actúa:

El transporte parte del extremo izquierdo del corazón, el cual bombea, con mucha fuerza, sangre previamente oxigenada hacia la arteria aorta. Esta va ramificándose de modo tal que a cada parte del cuerpo llegue alguna arteria o vaso capilar con sangre.

La sangre que sale del corazón ingresa rápidamente a una arteria porque es mucho más fuerte que una vena, lo cual permite aguantar más y mejor el bombeo que se genera. El color de ella es bien rojo porque fue previamente oxigenada por los pulmones a través del proceso que explicamos más arriba.

En su recorrido por el cuerpo, la sangre va dejando oxígeno en cada célula, regresando al extremo derecho del corazón a través de las venas cavas, una vez finalizada la distribución.