Se llama cónclave a todo el proceso que implica elegir un nuevo Papa, y obviamente pareció oportuna esta nota ya que un nuevo Cónclave comenzará a partir de este 11 de Marzo, en donde se elegirá la nueva máxima autoridad de la Iglesia católica.
El papa ejerce en el catolicismo el oficio de Vicario de Cristo y pastor de la iglesia Universal; y junto con el Colegio de los Obispos –el cual el Papa encabeza- se forma la potestad suprema y plena sobre toda la iglesia.
Las reglas dicen que cuando el Papa muere comienza un periodo llamado Sede vacante, donde es necesario que este periodo nada de innove; en este tiempo el gobierno de la iglesia queda al mando del Colegio de los Cardenales. La situación actual es única, ya que el pontífice en esta ocasión no murió sino que presentó su renuncia.
El cónclave comienza cuando los Cardenales se reúnen para elegir al nuevo Romano Pontífice, según el reglamento –artículo 37- se establece que comenzará 15 días después de la vacante. El cónclave se debe llevar a cabo no en un simple lugar de reunión donde los cardenales votan, sino en un lugar de retiro sagrado en que los cardenales invocan al Espíritu Santo para proceder a la elección. Los que proceden a votar son los Cardenales de la santa Iglesia Romana y no cualquiera puede ingresar, sino que solo están autorizados para hacerlo el Secretario del Colegio cardenalicio –que actúa como secretario-, el Maestro de las celebraciones Litúrgicas Pontificias con dos ceremonieros y dos religiosos adscriptos a la Sacritía Pontificia, un eclesiástico –elegido por el Cardenal decano-, y también deberán estar a disposición algunos religioso de varias lenguas para las confesiones, así como médicos para eventuales emergencias.
El cónclave se celebra dentro del territorio del Vaticano, en lugares fijados y cerrados a extraños. Cuando llega el día de la elección se reúnen los cardenales en la basílica de San Pedro y celebran la Misa Votiva; la tarde acuden a la Capilla Sixtina y emiten un juramento. Se puede elegir a un Papa por aclamación, compromiso o escrutinio, actualmente solo queda la última opción vigente.
Luego de cada elección se queman los papeles, la tradición dice que los cardenales provocarán humo negro si aun el Papa no se ha elegido y humo blanco si se ha elegido: la conocida fumata blanca que los devotos pueden ver en la Plaza de san Pedro.
Si el elegido finalmente acepta desde ese momento adquiere de hecho la plena y suprema potestad sobre la Iglesia Universal; ahí se le preguntará con que nombre quiere ser llamado.
Vía: aci prensa