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El derecho a la soberanía argentina sobre las Islas Malvinas

Estamos viviendo tiempos en donde, si bien nunca se olvidó, se reanudaron los acalorados debates sobre la soberanía sobre las Islas Malvinas.

Para tener una postura clara primero hay que situar a las mismas; el archipiélago se encuentra en el Océano Atlántico, a aproximadamente unos 550 km de las costa continental Argentina, geológicamente perteneciendo a lo que conocemos como la Patagonia argentina (esta unido al continente por una elevada meseta submarina).

Si bien no se ha conseguido establecer bien hasta la fecha quien avistó las Malvinas por primera vez, y existen varias versiones sobre este descubrimiento. Se sabe si, que las mismas fueron descubiertas por españoles, quizás en la expedición de Magallanes o en una de América de Vespucio; y las mismas aparecieron en las cartas españolas desde 1527, y más precisamente desde 1529, bajo el nombre de Sansón o también de Patos. Además, sí está confirmado que navegantes españoles, franceses y holandeses arribaron antes que los de gran Bretaña.

Por el contrario los Ingleses, atribuyen el descubrimiento de las islas, a Juan Davis en 1592, pero este no desembarcó en estas ni las situó de manera adecuada;  este no fue incorporado a la cartografía británica.

Pero en este momento, el mundo europeo carecía de reglas de derecho para el gobierno de los descubrimientos y la ocupación, y por eso se sometió al influjo de las sanciones eclesiásticas. El Papa Alejandro VI promulgó en 1493 las siguientes bulas: la Inter Caetera o Bula de Donación, la Eximie Devotione, la Inter Caetera o Bula de Demarcación, la Piis Fidelium y la Dudum Siquidem. En ellas se le conceden a España y a sus herederos y sucesores todas las tierras descubiertas y por descubrir hacia el Oeste de una línea trazada de polo a polo 100 leguas al Oeste de las islas Azores o del Cabo Verde.  De acuerdo a las bulas pontificias y al Tratado de Tordesillas, las Malvinas están en el sector español.

En 1713, se firma el tratado de Madrid, en el cual Inglaterra se compromete a imponer penas a todos sus súbditos que en navío de su nación pasaran a cualquier paraje de las Indias españolas sin autorización. En ese entonces, Inglaterra reconocía los derechos españoles sobre las Islas Malvinas.

En 1764, el francés Luis Antonio de Bougainville llegó a Malvinas, fundando en la isla Soledad, y posteriormente el Comodoro inglés John Byron se estableció en el puerto que llamó Egmont. Los españoles se enteraron de la usurpación y reclamaron su derecho sobre las islas; finalmente los franceses se fueron de las islas y los ingleses fueron desalojados en 1770.

En esa fecha España adquirió la posesión de todas las islas y, hasta 1811, ejerció una indiscutible soberanía sobre el archipiélago. En ese momento, España tenía poblaciones en varios untos de las costas y en Puerto Soledad en las Malvinas. En consecuencia, Inglaterra carecía de derechos para fundar allí cualquier establecimiento, ya que había un acuerdo que lo impedía.

 También se pone en duda si  los habitantes de las islas son ciudadanos británicos, ya que los mismos no tienen los derechos de aquellos: no pueden migrar a Gran Bretaña y, como publicó el diario “The Times” de Londres en 1968:  no eligen su gobierno (son gobernados por funcionarios nombrados y designados), no controlan su propia economía, ni son dueños de la tierra en que habitan.

Con todas estas pruebas que la historia nos ha dejado, se puede alegar que en 1816, las islas pertenecientes a España, pasaron por derecho de sucesión a pertenecer a las Provincias Unidas del Río de la Plata. Y por si se plantea esta sucesión se puede decir que: España había descubierto las islas, las bulas pontificias y tratados reconocidos  convencionalmente por terceros Estados (Inglaterra inclusive) declaraban el derecho de España sobre el archipiélago, y por último, por esa fecha, España ocupaba efectivamente las islas.

Estos datos, que se puede constatar con datos históricos, afirman que la soberanía sobre las islas es Argentina.

Vía: www.alipso.com