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El hueso

El hueso es un tejido  duro que forma el esqueleto de los vertebrados, con excepción de algunos peces, cuyos esqueletos se forman con cartílagos. El esqueleto humano está conformado por más de 200 huesos, y un niño tiene aún más pero mucho de ellos se sueldan durante la adolescencia.

El lugar en donde se unen uno más huesos se denomina articulación, y estas mantienen juntas por fuertes ligamentos y están forradas por cartílagos. El hueso más grande del cuerpo es el fémur, mientras que los más pequeños se encuentran en el oído.

Los huesos tienen dos misiones: por un lado sostener el cuerpo y proteger muchos órganos, y por otro, producir células sanguíneas. Muchos de los glóbulos blancos y rojos se forman en la médula ósea; está lleno el centro esponjoso de la mayoría de los huesos y la cavidad ubicada en el centro de los huesos largos de los miembros.  La médula ósea es roja en los niños, en los adultos amarilla y grasa, porque se forman menor cantidad de células sanguíneas.

Las partes exteriores de los huesos son duras, compactas y fuertes. Están compuestas por dos materiales principales: material inorgánico, fosfato de calcio (que da al hueso rigidez y dureza) y material orgánico, el colágeno y la elastina de las proteínas que le confieren resistencia.

Las proteínas forman una matriz de tejido apretado que se impregna con el material inorgánico; una membrana fibrosa llamada periostio forma una funda alrededor de la parte externa de los huesos. Estos contienen también nervios y vasos sanguíneos puedo los huesos no son inertes.

Los huesos comienzan a formarse en el feto, primeramente son blandos  como cartílagos luego se convierten en hueso duro, proceso llamado osificación que no está completo hasta cierto tiempo después del nacimiento.

Además de las fracturas, los desórdenes óseos más importantes incluye la osteoporosis.