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El Imperio Inca

No se puede hablar de mayas, aztecas e incas por separado aunque sus culturas y creencias hayan sido totalmente diferentes a lo largo del tiempo. El Imperio Inca data del siglo XIII d.C, cuyo asentamiento principal fue Cuzco; desde allí comenzaron a extender su territorio andino, logrando dominar gran parte de los actuales Perú, Chile, Bolivia, Ecuador, Argentina y Colombia.

Historia de los Incas

Muchos de los datos oficiales que se conocen sobre el origen del Imperio Inca provienen de mitos que, en varias oportunidades, hicieron al mundo dudar sobre su existencia. Tras haber logrado su expansión, los incas implementaron un modelo a través del cual pudieron obtener, de los jefes vencidos, su mano de obra útil para satisfacer sus necesidades. Así fue como, de poco, los incas lograron disponer de autoridad a partir de la práctica de la reciprocidad y de la minga, a pesar de ser poderosos en su prestigio militar.

El Imperio Inca, luego de su expansión, abarcaba más de un millón de kilómetros cuadrados, con una población de entre ocho y catorce millones de personas. ¿Cómo dominarlo? Para ellos nada era imposible; contaban con el servicio de tambos, hospedajes para los ejércitos en sitios más bien apartados, y chasques, mensajeros que se trasladaban por los caminos del lugar llevando alimentos de región a región, o mensajes cifrados en los quipus.

Los efectivos para el ejército se reclutaban entre los pueblos conquistados, teniendo como requerimiento principal cumplir con el servicio militar obligatorio.

Si hablamos de la estructura del Imperio Inca, podemos decir que tras su expansión, el mismo se dividió en cuatro partes: el Collasuyu -actual Bolivia, norte y centro de Chile y noroeste argentino-, el Cuntisuyu -abarcaba regiones del oeste y sudoeste de Cuzco-, el Chinchasuyu -Ecuador y sur de Colombia- y por último, el Antisuyu -extendido hacia el este chileno-.

Las mayores innovaciones incas pudieron verse en la organización social, política y económica dentro de gran imperio, el cual se estructuraba de la siguiente manera: grupos de familias componían uno o varios ayllus, aldeas o pueblos cuyo gobernador era un cacique. En aquellos tiempos, resultaba muy común discutir por la distribución del agua y los límites de cada aldea. Así fue como, entonces, el gobierno incaico marcó cada territorio.

Los trabajos que requerían de mucho esfuerzo y mucha mano de obra se realizaban de manera comunitaria entre los integrantes de los ayllus, quienes se ayudaban entre sí a sembrar y cosechar; los grupos se unían y trabajaban por turnos, utilizándose este mismo sistema para la construcción de canales, caminos y edificios de las ciudades. Los incas fueron excelentes arquitectos y urbanistas, pudiéndose ser observado esto en la actualidad en ciudades como Cuzco, Machu Picchu, etc.