La película El lobo de Wall Street está en auge, con la dirección de Scorsese y el protagónico que quizás le de un Oscar a Leonardo DiCaprio. Pero ¿en que se inspiró esta película? Pues en un caso real, sobre el verdadero lobo de Wall Street: Jordan Belfort.
Se denomina Wall Street a una calle de Nueva York situada en el bajo Manhattan, que es considerado como el principal lugar en donde está la bolsa de valores de ese lugar. Y es allí donde surgió este personaje/persona, llegando al mundo de las finanzas en el año 1987 y realmente dispuesto a llevarse el mundo por delante.
A tan solo un año de estar allí y trabajar como bróker, se hizo con el control de Stratton Oakmont, una de las agencias con más éxito de esa época. De allí todo fue imparable, y era el “rey del corral”, llamado así por dominar todo; y así se hizo famoso no solo por eso, sino por hacer grandes fiestas con un denominador: el descontrol, en donde las drogas y el sexo pago era moneda corriente.
Su vida era lujo, compraban yates, viajaba, se la pasaba organizando fiestas descontroladas, llegaba a ganar más de 50 millones de dólares al año, y hasta las mafias mandaban a sus empleados a observar para que aprendieran como hacer plata con el negocio.
Pero toda la subida rápida también suele tener su caída del mismo modo, y ante ese exceso fue el FBI quien empezó a investigarlo y en 1998 fui imputado por estafa y blanqueo de dinero, reconociendo los cargos y dispuesto a colaborar con el FBI (ya que delato a otros estafadores) paso unos 22 meses en prisión y tuvo que devolver más de 100 millones a aquellos a quienes había estafado.
Hoy en día se alejo de las drogas, pidió persona y se volcó en la redacción de dos libros, uno de ellos es en lo que se basa la película mencionada. Además da charlas de motivación para que no cometan sus mismos errores a los que lo llevo la ambición desmedida; aun hoy sigue pagando la deuda, por lo tanto una parte de lo que gana lo destina a eso.