Todo el cuerpo posee un estado energético que puede variar en el espacio y en el tiempo como resultado de su interacción con otros cuerpos, cuyos estados energéticos sean diferentes del anterior. Esta variación de energía del cuerpo puede deberse a la acción de fuerzas que producen cambios en el movimiento del mismo. La acción de fuerzas es un caso particular de interacción entre los cuerpos y cuando estas actúan en la dirección del movimiento producen trabajo. Un cuerpo realiza un trabajo cuando produce cambios en el estado de reposo o movimiento de otro cuerpo mediante la acción de fuerzas que poseen la misma dirección del movimiento. Cuando un cuerpo realiza un trabajo hay un cambio en el estado energético del mismo ya que usa parte de su energía para efectuarlo. Una fuerza es cualquier agente externo capaz de alterar el estado de reposo o de movimiento de un cuerpo.
Las fuerzas y sus efectos sobre los cuerpos
Si un cuerpo le aplica una fuerza a otro que está en reposo, se pueden producir los siguientes efectos:
- Deformación: cambiarlo de forma, romperlo, etc.
- Movimiento: cambiarlo de posición, de lugar.
Pero si la fuerza se aplica sobre un cuerpo en movimiento los efectos pueden ser:
- Modificar la trayectoria del movimiento.
- Modificar la velocidad.
- impedir su movimiento (volverlo al estado de reposo, detenerlo).
Estos efectos dependen de:
- La intensidad de la fuerza.
- El punto de aplicación.
La dirección de una fuerza puede ser horizontal, vertical u oblicua. En tanto que el sentido es la orientación de la recta, por lo cual podrá ser hacia la derecha, la izquierda, abajo, arriba, adelante o atrás. Las fuerzas pueden aplicarse de distintas formas, lo cual siempre queda expresado por la dirección y el sentido.