Pensamos en el futuro, como todos los viernes, y en esta ocasión es que nos preguntamos ¿cómo serán los escritores del futuro?.
Lo primero que debemos tener en cuenta es que los escritores siempre nos han entretenido y llevado a mundos de fantasías, lugares cotidianos o simplemente haciéndonos volar la imaginación hacia lugares insospechados. Siempre tenemos presente la idea de una persona escribiendo manuscritos, que luego releerá miles de veces hasta que nosotros tengamos la suerte de hacerlo. Miles de hojas con tachones, escritos, dobladas, manchadas terminan como producto final en lo que leemos con tantas ganas.
El papel, la tinta, el olor tan particular a los libros y bibliotecas, eso resume lo que es un escritor. Ahora es inevitable pensar ¿cómo serán los escritores del futuro?, mas si tenemos en cuenta el gran avance de la tecnología, que sustituye cada vez más el papel por la pantalla y los libros de papel por los digitales.
Pienso que ya muchos escritores contemporáneos en vez de utilizar tinta y papel para escribir sus historias lo haces en sus computadoras portátiles; una vez finalizada la obra lo envían a sus editores en un archivo digital y de ahí a la imprenta a que los ejemplares salgan a la venta. Pero también es entendible imaginar que en un futuro los libros de papel van a ser sustituidos por los e-books o archivos digitales, y por lo tanto podremos comprar los libros mediante Internet y tenerlos en el momento en nuestra computadora, tablet o celular para ser leídos.
Si, seguro podrás pensar como yo que se pierde completamente la esencia de la lectura y la escritura, de subrayar las frases que nos gustan y queremos tener a mano cuando abrimos el libro, del olorcito a la biblioteca de casa, de las historias que guardan los libros secretamente al pasar de mano en mano al ser leídos; todo eso forma una mística que para mí no se puede comparar con lo digital.
Pero no podemos escapar a la realidad del presente, y más advirtiendo que en el futuro la tecnología e Internet va a dominar aún mas nuestra vida en todos los aspectos, incluyendo los culturales y recreativos; los libros y los escritores difícilmente podrán escapar del llamado “progreso”.