En este jueves lluvioso me voy a centrar en las técnicas de estudio, o por llamarlo de otro modo, de qué modo estudiamos. Ya en varias notas te he comentado sobre diversas técnicas, sobre la importancia de hacer resúmenes o cuadros sinópticos, de relacionar y de interpretar lo que estudiamos, ¿Por qué? Bueno es simple, porque de lo contrario solemos estudiar mal, como por ejemplo cuando caemos en el caso de la memorización.
Memorizar el contenido de algo es lo que muchos hacen y llaman estudiar, de este modo la información quedará en nuestro cerebro y podremos rendir bien, o eso es lo que se busca. Pero en general esta acción lleva a resultados no tan fructíferos, ya que el problema está en que si la persona se olvida una parte de lo que memorizo, suele trabarse y olvidarse todo, también puede pasar que eso que aprendimos lo olvidamos rápidamente, o repetir todo como un loro sin saber bien que estamos diciendo. ¿Cómo revertir esto?, bueno principalmente dejando de estudiar de memoria, y optando por otras maneras de estudiar.
La mejor para mi es leer lo que estudiamos, prestando atención en lo que leemos y tratándolo de interpretar, a la vez que vamos organizando ya sea algún cuadro o resumen que nos permita luego repasar.
Los docentes afirman que memorizar no es lo recomendable, pero también muchos coinciden en que no se enseña realmente en las escuelas como estudiar. Se da el contenido y se da por sentado que el alumno debe estudiarlo, pero no se enseña cómo; de este modo desde pequeños solemos estudiar todo descontextualizado y parece que las cosas que incorporamos no tienen sentido, cuando en realidad si estudiáramos del modo correcto comprenderíamos que si lo tiene, y entenderíamos la relación.
En fin debemos entender que la memoria es sumamente útil, y es una herramienta en nuestra vida, pero que memorizar por memorizar no es ni útil ni fructífero a la hora de estudiar, sino que la misma debe ser un pinta pie para aprender y transformarlo en conocimiento adquirido.