Muchas veces nombramos estas palabras o conceptos –ética y moral– sin saber bien que engloban y significan; ambas palabras tienen un significado similar ya que ética proviene del griego Éthos y significa costumbre, y moral proviene del latín y también tiene el mismo significado.
La diferencia que hay entre ambas es que la moral es un conjunto de normas que consideramos buenas, y la ética se refiere a la reflexión que podemos hacer sobre dichas normas.
De ahí que afirmamos que la moral no es lo mismo que la ética, pues cuando nos preguntamos ¿cómo vivir mejor o actuar mejor? Y respondemos desde las costumbres o religión familiar, estamos tomando una postura moral. Por eso hay tantas morales como culturas; la ética en cambio, reflexiona sobre la moral.
Las normas que regulan nuestras conductas pueden ser diferentes según la cultura o la época a la que pertenezcamos, la ética estudia las diferentes morales y se pregunta su unas son mejores que otras, si es posible que existan criterios universales para determinar si una conducta es correcta o no.
Las normas que corresponden a la moral no están sistematizadas como un código jurídico, pero regulan las conductas del hombre igual aprobándolas o desaprobándolas. No se sancionan como el delito por las normas jurídicas, pero si se castiga con el repudio o rechazo social; por ejemplo engañar a la esposa o mentirle a un amigo es una conducta desaprobada socialmente.