En la educación ¿hay bajada de línea?, es el tema que nos encuentra hoy en “Pensando la educación”. Bien sabemos que todos somos seres subjetivos, y que aunque muchas veces lo hagamos de modo inconsciente estamos demostrando al otro nuestros intereses, opiniones o pensamientos; pero explícitamente ¿desde el estado o los docentes se baja cierto contenido tendencioso? La respuesta personal es que si.
Desde hace mucho tiempo las instituciones educativas (primaria, secundaria y universitaria) son un lugar en donde por así decirlo, se baja línea.
Miren durante la época en que Perón era el presidente del país lo que estudiaban los chicos. Estos manuales eran distribuidos por las escuelas y como bien podemos apreciar en el mismo –y no tan implícitamente- se baja línea política a favor de los gobernantes y las ideas de ese periodo.
Lo mismo ocurrió siempre –quizás no de modo tan explicito-, cuando por ejemplo tenemos un docente en la facultad que se inclina hacia ciertas ideas políticas y las afirma todo el tiempo, desprestigiando a las otras, y dando a entender que debemos pensar como él. Lo mismo pasa en otros niveles educativos, pero por ahí no se ve de modo tan abierto o frontal, sino que el trabajo “es mas de hormiga…”.
Las polémicas se avivaron respecto a este tema, cuando muchos padres denunciaron que en las escuelas de sus hijos los había visitado “La Cámpora” para realizar diversas actividades, utilizando a los chicos como pantalla, sacándose fotos con ellos para luego subirlas a las redes sociales, y pregonando sus ideas en los menores. Muchos padres se encontraron en desacuerdo con esto, y cuestionaron a las autoridades de los colegios el haberlo permitido.
Para mí esto se dio desde siempre, lo que sucede es que cuando se hace tan notorio choca e incluso molesta, porque le problema no está en sí en bajar línea, sino en bajar una sola y desprestigiar las otras posturas, enseñándole a los estudiantes a no respetar lo diferente y quedarse en que lo propio es lo mejor. Más grave se pone aun cuando ciertos docentes utilizan ese “poder” que tienen por estar frente a un aula y sancionan o “toman de punto” a alumnos que piensan distinto e incluso cuestionan la postura del docente; ante estos casos no hay nada mejor que denunciar y hacer valer el respeto, la diferencia y la tolerancia.