En “Extracción líquida – liquida – Aplicación”, vimos lo que es la extracción y para que se utiliza. En esta oportunidad, vamos a ver algunas pautas para la elección del disolvente adecuado.
*Selectividad: La efectividad del disolvente B para separar los componentes de una solución de A y C, se mide comparando la relación entre A y C en la fase rica en B con esa relación en la fase rica en A en el equilibrio.
β= yE (fracción de peso de A en R)/xR(fracción peso de A en E)
Si β es igual a 1, la separación no es posible; debe ser mayor que uno (cuanto más grande mejor).
*Coeficiente de distribución: Relación y*/x en el equilibrio. No es necesario que sea mayor que 1, pero cuanto más grande más adecuado, ya que se utilizaría menos disolvente.
*Insolubilidad del disolvente: Si la solubilidad de C en B es pequeña, la capacidad del disolvente B para extraer C es pequeña, y se requerirán grandes cantidades del disolvente. En la imagen se ve que B´, es más insoluble por lo tanto más útil.
*Recuperabilidad: Siempre es necesario recuperar el disolvente para volverlo a utilizar; generalmente, la recuperación se hace mediante otra de las operaciones de transferencia de masa, con frecuencia por destilación. Por lo que el disolvente no debe formar un azeótropo con el soluto extraído; la mezcla debe presentar elevada volativilidad relativa, para que la recuperación no sea cara. La sustancia en el extracto presente en menor cantidad (disolvente o soluto) debe ser la más volátil, con el fin de reducir los costos de calor. Si el disolvente se debe volativilizar, su calor latente de vaporización debe ser pequeño.
*Densidad: Cuanto mayor sea la diferencia en las densidades de las fases líquidas, mejor.
*Tensión interfacial: Cuanto mayor sea la tensión interfacial, más rápidamente ocurrirá la coalescencia de las emulsiones, pero mayor será la dificultad para la disposición de un líquido en el otro. Generalmente, la coalescencia es muy importante, por lo tanto la tensión interfacial deber ser alta.
*Reactividad química: El disolvente deber ser estable e inerte químicamente frente a los demás componentes del sistema.
*Viscosidad, presión de vapor y punto de congelamiento: Deben ser bajos para facilitar el manejo y almacenamiento.
*El disolvente deber ser no tóxico, no inflamable y de bajo costo.