Ayer nos enteramos de la triste noticia, el actor reconocido por todos –y querido- Robin Williams había fallecido. Seguramente a todos no nos asombró que tomara la decisión de quitarse la vida, porque últimamente las adicciones lo estaban controlando y era evidente que sufría por las mismas, pero si nos dolió porque un grande del cine y el humor se iba de este mundo.
Robin nació un 21 de julio de 1951 en Chicago y siendo único hijo y con un padre ejecutivo de la industria automotriz, nunca le faltó nada. En sus primero años de vida no mostró interés por a actuación, más bien se inclinaba por estudiar y practicar deportes, pero cuando se muda con su familia en 1967 a Marina Country (California) se le despertó el amor por el teatro.
Abandono sus estudios de política y comenzó a iniciarse como actor, donde se formo en Julliard School en Nueva York. Precisamente su inicio se dio en 1976 cuando fue contratado en una comedia teatral. Asó lo siguió un sinfín de actuaciones y éxitos del cual ya sabemos; pasó por teatro, televisión y cine, quizás los trabajos que mas recordamos son: Good Morning Vietnam, La sociedad de los poetas muertos, Jumanji, Retratos de una Obsesión, Mrs. Doubtfire, Patch Adams, y la única voz del genio de Aladino en la película de Disney.
Obviamente también trabajó con los más grandes de la industria y recibió muchos premios, incluso un Oscar y 5 globos de oro.
En lo que respecta a su vida personal se casó en 1978 con Valerie Velardi, de la cual se separó diez años después y tuvo un hijo. Y un año después se caso con Marsha Garces, con quien también tuvo 2 hijos, y se divorció en 2008.
Williams tuvo problemas con diversas adicciones desde hace muchos años, de las cuales podía tratarse pero a los años volvía a recaer. Ayer 11 de agosto fue encontrado muerto en su casa de California, todo apunta a que fue un suicidio.