Marshall investigador ingles distingue tres fases constitutivas de la ciudadanía: constitución de los derechos de primera generación; derechos de segunda generación y derechos de tercera generación.
La primer etapa sucede en el S. XVIII y la lucha gira en torno de conseguir los derechos civiles (libertad de pensamiento, de expresión, de opinión, de religión). La revolución civil inglesa de 1888 que remplaza el poder del monarca por un parlamento es la expresión por excelencia de esta lucha. A esta etapa es la que Marshall denomina de consagración de los derechos de primera generación.
La etapa en la que se consiguen los derechos de la segunda generación sucede en el S.XIX y se centra en la reivindicación de los derechos políticos (de organización, de reunirse con fines políticos, de voto). La revolución que mejor resalta la inquietud de la época es la Revolución Francesa que comienza en 1789, los logros de esta etapa permiten el acceso a una ciudadanía política. A lo largo de esta etapa se desarrolla, a partir del ejercicio de la democracia y la participación ciudadana un mayor reclamo por los derechos sociales insatisfecho para un amplio margen de los ciudadanos. Los derechos sociales también forman parte de los derechos de la segunda generación y se condice con el desarrollo del estado de bienestar.
Por último los derechos de tercera generación son aquellos que dan cuenta de problemáticas nuevas y actuales de los ciudadanos. En este grupo se incluye el derecho a la preservación del medio ambiente, de los derechos ecológicos, de las minorías, derechos de usuarios y consumidores.